El pez
Para que se le quite. Ayer, precisamente cuando decidí no llamar y solo mandar el mensaje, el teléfono sonó. Chingado, seguro son los de recepción para decirme que necesito depositar, pensé, pero era ella, melosa, como siempre por teléfono, con el único fin de saludar y decirme que me extraña. Gusano. Protozoo. Me he sentido como escoria. Siempre será un gusto que alguien te recuerde. Reconforta.
Ah! Por su boca muere
Ah! Por su boca muere
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