Blogia
Desconcierto

Poli

Ayer por la mañana, cuando me disponía a entrar a planta, como de costumbre me quité los anteojos de calle para ponerme los de trabajo, que son mas viejitos y traqueteados. Gran desilusión. Una varilla rota al quitármelos. Recordé cuánto me gustaron cuando los vi, y casi se me sale una lágrima in memoriam. Hace unos 6 meses que me amarré el cinto durante mes y medio para pagarlos -hasta pena me da decir lo que me costaron- con la nueva de que ya chafearon. La que lo parió.
Pasado el coraje y la tristeza, me dispuse a registrar los pormenores de la producción diaria. Alrededor de las 12:00 la máquina empezó a fallar y paró hora y media. Nefasto. Es lo máximo permitido en 3 días! Ahora tendré que hacerla correr como seda el resto de la semana para pasar la prueba. Al llegar al hotel un dolor agudo en el estómago empezó a ofenderme. Un par de antiácidos. Con el fin de despejarme pasé por la tarde a una óptica del centro con la intención de comprar nuevo armazón. Lo mejor de Guanajuato para ir de compras es León. Un par de armazones aéreos fué lo más que pude hayar (de 3 ópticas existentes) y ni hablar de varillas de refacción para los de trabajo. Menos mal que me los traje, si no me pongo a chillar; unas plaquitas o gomitas fué lo más que le pude cambiar a los lentes. Ni hablar. Ya en el centro decidí cenar en el gallo pitagórico, a despecho de mi fortuna. Como estaba vacío la quietud y la vista (además de 2 cervezas) me apuraron para ir a dormir. Pagué y salí recordando de súbito que me había estacionado en subtarráneo y el corazón me dió un vuelco: Y si me robaron el carro? Apurado llegué a donde lo había dejado sin dejar de admirar las posibles escenas de películas de vampiros o cualquier otro ente demoniaco que se podrían filmar en ésos lugares. Mi nave todavía estaba ahí. Cuando arranqué caí en la cuenta de que no sabía como regresar. Seguí letreros y de pronto me encontré frente al teatro Juárez. Algo estaba mal. Casi me sentí en una película de suspenso, como cuando todos saben que algo malo va a pasar menos el protagonista (yo), el cual con singular candor se mete más en la boca del lobo. Como pude me escapé hacia una calle transitada y le pregunté al primer poli el camino para la de cuota a Silao. Tal y tal, me dijo, pero le voy a tener que levantar una infracción por circular en zona peatonal.
- Qué !!?? si no hice otra cosa que seguir letreros!
- Pero es que debe de respetar los señalamientos
- Si los respeto, por ello es que me encuentro aquí!
- 9.15 zorro1 deme el 45 de la bifurcación tal, y dígame si está visible el 128
- Afirma estrella2, blanco y de buen tamaño. En este punto me pregunté en manos de quién está la seguridad pública y luego pensé que se estaban albureando, o peor: Me albureaban a mi.
- 10.4. Si jefe, el señalamiento está ahí.
- No digo que no esté, pero pregúntele si hay un letrero que diga

0 comentarios