Saltillo - Querétaro
-Que tal joven?
-Que tal señor, cómo le va?
-Bien, gracias. Y a usted?
-Bien también, gracias.
-Cómo son de incómodos éstos camiones! Yo siempre he viajado por todo el país y nunca me había tocado uno como éste.
-Si?
-Si, fíjese...
No es voy a recetar las 3 horas de choro mareador que el buen señor (Roberto, creo me dijo) me hizo soplarme. La primer hora fué una plática agradable (siempre he creído que se puede aprender algo de la plática con extraños), pero luego de la hora y media ya pedía esquina. Hacía yo silencios prolongados (ni tanto, no me dejaba) para cortar el verbo, pero debió suponer que era yo tímido, callado o lelo, porque se dejaba venir con otros 20 minutos de palabras. No mentiré, algunos anécdotas eran graciosísimos, otros muy interesantes, otros forzaban la reflexión; la cosa es que además le empezó a dar hambre o algo, porque le rugía la bocina gachísimo. Al final, cuando se bajó, lo extrañé 2 minutos y luego me dormí; al despertar lo recordé y supe que algo muy importante había yo aprendido. Lo malo es que no sabía qué.
Viajar 10 horas en autobús tiene sus asegunes
-Que tal señor, cómo le va?
-Bien, gracias. Y a usted?
-Bien también, gracias.
-Cómo son de incómodos éstos camiones! Yo siempre he viajado por todo el país y nunca me había tocado uno como éste.
-Si?
-Si, fíjese...
No es voy a recetar las 3 horas de choro mareador que el buen señor (Roberto, creo me dijo) me hizo soplarme. La primer hora fué una plática agradable (siempre he creído que se puede aprender algo de la plática con extraños), pero luego de la hora y media ya pedía esquina. Hacía yo silencios prolongados (ni tanto, no me dejaba) para cortar el verbo, pero debió suponer que era yo tímido, callado o lelo, porque se dejaba venir con otros 20 minutos de palabras. No mentiré, algunos anécdotas eran graciosísimos, otros muy interesantes, otros forzaban la reflexión; la cosa es que además le empezó a dar hambre o algo, porque le rugía la bocina gachísimo. Al final, cuando se bajó, lo extrañé 2 minutos y luego me dormí; al despertar lo recordé y supe que algo muy importante había yo aprendido. Lo malo es que no sabía qué.
Viajar 10 horas en autobús tiene sus asegunes
3 comentarios
Paco -
Paco -
Yo pensaba que me había soplado un viaje pesado... el mundo es lo que es gracias a que los aventureros perviven y anteponen la aventura a sus comodidades. ¿Les agradecemos el resultado o se las rayamos...?
:
tintero -