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Cuando una pareja se separa, siempre desea (cada uno por su lado) dejar atrás todo y rehacerse lo más pronto posible; eso es bueno.
Los inconvenientes surgen cuando hay hijos. Los hijos (según yo) deben ser la prioridad, se debe evitar dañarlos a toda costa (o hasta donde se pueda). Desgraciadamente he visto de cerca (demasiado) 2 separaciones y los hijos pagan gachísimo siempre: La mamá esgrime la espada -la potestad- y luego se queja de que tiene la carga mayor. El padre se rasga las vestiduras pero al poco tiempo olvida incluso dejar un teléfono para estar localizable; entre sí, los padres se miran mal y dejan caer comentarios ofensivos disfrazados con palabras en diminutivo y risitas y bromitas.
Los chavos invariablemente sufren el estrés de dar a sus padres la razón, aunque cada uno dice cosas encontradas y se desarrolla un lazo amor/odio hacia cada cual porque además los niños no son tontos y cada día entienden mejor lo tendencioso de los comentarios y las acciones de los que debieran educarlos en el comportamiento decente.
Tristeza.
Que será de nuestros hijos, si tendrán por amigos a éstos chavos faltos de afecto y atención, pero sobrados en recelo, coraje y violencia sicológica.
Y luego quieren que uno se decida pronto a casarse. Para eso mejor me peleo desde antes.
Los inconvenientes surgen cuando hay hijos. Los hijos (según yo) deben ser la prioridad, se debe evitar dañarlos a toda costa (o hasta donde se pueda). Desgraciadamente he visto de cerca (demasiado) 2 separaciones y los hijos pagan gachísimo siempre: La mamá esgrime la espada -la potestad- y luego se queja de que tiene la carga mayor. El padre se rasga las vestiduras pero al poco tiempo olvida incluso dejar un teléfono para estar localizable; entre sí, los padres se miran mal y dejan caer comentarios ofensivos disfrazados con palabras en diminutivo y risitas y bromitas.
Los chavos invariablemente sufren el estrés de dar a sus padres la razón, aunque cada uno dice cosas encontradas y se desarrolla un lazo amor/odio hacia cada cual porque además los niños no son tontos y cada día entienden mejor lo tendencioso de los comentarios y las acciones de los que debieran educarlos en el comportamiento decente.
Tristeza.
Que será de nuestros hijos, si tendrán por amigos a éstos chavos faltos de afecto y atención, pero sobrados en recelo, coraje y violencia sicológica.
Y luego quieren que uno se decida pronto a casarse. Para eso mejor me peleo desde antes.
3 comentarios
Anónimo -
Paco -
Paula -