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Desconcierto

Nomás eso me faltaba

Ahora resulta que yo soy el tarugo, claro, si todo es cuestión de pedir y se te dará.
Mi jefe ha tenido a bien ignorar mis viáticos y me encuentro lejos de casa, sin dinero, con deuda en el hotel y además encabronadísimo porque yo tuve la culpa de todo por no pedir dinero. Como si el no autorizara cada cheque de viáticos. Perro.

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